Carta a una
señora pensadora, prólogo de Manuel Vázquez
Montalbán a La década de la decencia,
de Margarita Rivière, 1995
Margarita, eres una pensadora. Es decir, aplicas lo que ya sabes a
lo que todavía no comprendes y me parece un ejercicio hoy día imprescindible
para enfrentarnos a la insoportable levedad del saber. No todo lo que sabemos
está desacreditado, al contrario, creo que en buena medida hay que restituir la
confianza a saberes que hemos adquirido en este siglo para comprender lo que
nos envuelve y lo que se avecina. ¿Por qué durante unos años hemos tenido la
sensación de que no entendíamos lo que nos rodeaba? Porque se nos estaba
inculcando escepticismo sobre conocer el porqué y el para qué de lo inevitable.
Hemos sufrido una conjura determinista según la cual ni lo bueno ni lo malo, ni
lo nuevo ni lo viejo tenían sentido. Lo único que lo tenía era lo inevitable. Ni la memoria ni la
finalidad valían. Son, en sí mismas, subversivas.
Pero la insoportable levedad del saber se trueca en la
insoportable levedad del ser, esa sensación de gravidez en la nada o de
ingravidez en el todo que nos acompaña en las últimas dos décadas, desde que el
decreto del grado cero del desarrollo no sólo frenó el optimismo de la idea de
progreso marxista-capitalista, sino también la idea del crecimiento continuo
del espíritu que había propiciado la tentación de la vanguardia. Tentación y comprobación
que toda vanguardia era un estado febril que curaba los males del pasado y
abría los cauces hacia nuevos crecimientos. Si no se podía crecer en ningún
sentido y en ninguna dirección, había que concebir lo histórico como una foto
fija y final y el reparto dentro de la fotografía se convertía en una lucha
entre náufragos por el espacio posible y limitado. Desde esta percepción global
de miedo al futuro de la navegación e inculcación de inutilidad de buscar las
causas en el pasado veo yo ese talante globalizado (de aldea global) que véase
desde los centros o las periferias, desde los nortes o los sures, desde los
ganadores o los perdedores, participa del mismo instinto del miedo, miedo,
miedo a no sobrevivir con tu propio status.
De ahí la fascinación del mal, aguda denominación que se te debe,
desde la sospecha, casi evidencia, de que el Bien no existe, ni siquiera como
desiderátum, fuera utopía o esperanza laica tal como la concibe Bloch.
De ahí los fundamentalismos, sean islámicos, opusdeístas,
nacionalistas o neoliberales, porque el miedo a no saber lo suficiente para
entender la dispersión referencial de lo real conduce a refugiarse en los
saberes mínimos pero seguros, situados en ese territorio delimitado por los
propios e intransferibles orines.
De ahí el despliegue de una nueva cultura puritana que ha tenido
sus agentes más espectaculares en el virus del sida y en Su Santidad el Papa de
Roma dentro de los horizontes de nuestra percepción de la aldea global, que no
es la única. Desde la perspectiva del antípoda de nuestra hegemonía, el
puritanismo es una ideología de dominación que fuerza al dominado a una
alienación esencial.
El cinismo economicista de supervivencia, urbi et orbe, está
detrás de todo lo que nos pasa y de lo que no nos pasa y quisiera que no te lo
tomaras como una caída en el economicismo por mi parte. Corrimos el riesgo de
buscar en la clave de los intereses económicos la explicación de toda conducta,
pero ahora estamos corriendo el riesgo de quedarnos en los efectos más
dispersos, sin buscar causas originales. Últimamente se abre camino la
expresión "darwinismo de derechas" para no llamar por su nombre
al canibalismo de un sistema que impone la ley del más fuerte con una impunidad
que en el pasado, al menos, se corregía con la expectativa del castigo, aquí en
la tierra. Desaparecida esa perspectiva de castigo, podemos comprobar el poco
respeto que los agentes del mal de carne y hueso sienten por el juicio laico
universal de la Historia o el Juicio Final de todas las mamarrachadas
religiosas realmente existentes.
Urge el retorno a la denuncia de los primeros efectos para llegar
a la evidencia de las causas últimas, de ahí la importancia de los "hechos de conciencia", interesadamente desacreditados por los que trabajan para la eliminación de la
conciencia diferenciada con respecto a la conciencia mediática global
uniformada. O Renacimiento u oscurantismo, está es tu cuestión. Y la acepto
como desafío, porque evidentemente la penumbra actual puede oscurecerse y
confío en que el Renacimiento sea la reacción necesaria del despertar frente a
la pesadilla y porque la desfachatez impune de los dueños de este sistema
basura que convierte en bonsáis o en basuras todo lo que nos relaciona y nos
proyecta, a nosotros mismos y a nuestro
paisaje, llegará a ser tan opresiva que exigirá otra vez subversión en
primera instancia a la manera de rebelión primitiva, y revolución como pulsión
de esperanza. Revolución cultural sobre la base de la rotura de un insoportable
orden económico que nos está inculcando a los instalados en el miedo a no poder
sucedernos a nosotros mismos y a los marginados, el miedo a ni siquiera
sobrevivir.
Derechas o izquierdas. Otras izquierdas que hereden lo mejor de
los insumisos del pasado y no caigan en la trampa de dar cheques en blanco a
las ideologías totalizadoras que no son siempre identificables con las
totalitarias, pero que acaban por serlo. Ser de izquierdas, Margarita, de
momento es melancólicamente estar dispuestos a aceptar un nuevo orden de las
personas y las cosas que implique una desigualdad más justa y una injusticia
igualada en la aldea. Me refiero a la aldea global. Claro. Pero también
recuperar la esperanza y no precisamente la teologal, en tiempos de retorno de
todas las ideologías culpables y culpabilizadas, incluida la Teología de la
Alimentación.
Olvidaba decirte que el libro está muy bien, muy bien, sobre todo
como incitación a cuestionar ese saber que se nos pega a la piel como un
bronceado artificial. Lo dicho, Margarita, eres una pensadora, contagiosa.
Aquí os ofrecemos la segunda (y última) parte de la entre vista a Marcos Merino, director del documental Remine (que podéis ver aquí, y aquí y comprarlo aquí). Hablamos de cine, de compromiso, de sindicatos y de lucha, y acabamos con una tonada, ¿qué mas se puede pedir?
MS: Volviendo a la peli ¿Cuál
fue el papel de los políticos y de los sindicatos en este caso concreto? ¿Se reproduce
también la crisis de representación en el movimiento minero? ¿Fue casualidad
que no sacaras a Villa en ningún momento?
Bueno, en la película no me
interesaba demasiado contar los entramados sindicales, porque esa era una
película, fijaos que se grabó unos años antes de que estallara el caso Villa.
Obviamente están presentes en toda la película, pero no queríamos que se
convirtieran en el hilo conductor de la historia. Queríamos centrarnos en los
seres humanos, y los sindicatos dejarlos para el final de la película. Y con
Villa acertamos porque solo sale al final, con un codazo que le da una niña
cuando salen los mineros del pozo, y es un símbolo de un relevo generacional
que era obvio, ¿no? Sale Gerardo que ahora es un sindicalista con peso en SOMA
y Villa se queda como apartado, aislado. Luego saltó el escándalo de Villa, que
si hubiera saltado de aquella no podríamos haberlo obviado, de hecho en la
serie que estamos preparando se contará de otra manera.
Yo diría que hay una crisis de la
representatividad sindical, pero del sindicalismo. La tasa de afiliación
sindical entre los mineros debe de ser récord en el mundo con un 98% de los
trabajadores afiliados, y además hay una cultura de la que no se duda. A pesar
de ser escépticos, tienen muy claro que las cosas se consiguen con la lucha de
todos, entonces ellos critican, ponen en duda pero no rompen la unidad, jamás.
Eso es básico, porque eso nos afecta a todos, ese escepticismo sobre los
sindicatos no nos ayuda en la pelea del s. XXI. Se tienen que modernizar y
democratizar los sindicatos, hay un consenso sobre eso y tardará más o menos
pero eso tiene que ocurrir. Pero por otro lado son totalmente fundamentales,
mirad, hay un caso ahora en el que en una protesta de mineros en Zarréu se
detuvieron a cinco personas. Yo hablé con dos, uno era un minero y otro un
activista del 15M. El proceso judicial les ha costado hasta ahora 30.000 euros
a cada uno. En el caso del minero está tranquilo, piden 8 años de prisión de
forma totalmente injusta pero bueno. Al otro chaval el proceso le ha destrozado
la vida, ha perdido su pareja su vida…no podrá afrontar esos gastos. La
diferencia está en el sindicato el minero no asumió ninguno de los costes, al
contrario que el otro chico, que le han destrozado su vida. Creo que merece la
pena reflexionar sobre esto, claro que tienen que cambiar los sindicatos y el
proceso de financiación de los sindicatos, en este momento depende de los
presupuestos generales del estado desde la Transición porque inicialmente era
necesario para asegurar la presencia sindical pero no se creó un plan de
independencia sindical, que sería lo deseable, porque al final los sindicatos
se enfrentan con el estado continuamente y no puedes enfrentarte a quien está
administrando tu presupuesto. Y esto ha hecho también que los sindicatos
olvidaran la parte más importante que es la de captar filiación sindical. Y
este es el modelo que tenemos que cambiar. España tiene la tasa más baja de
afiliación sindical de Europa, con solo un 6% de los trabajadores afiliados.
Pero también hay una responsabilidad colectiva, porque todos los ponemos a caer
de un burro pero ni dios participa, ni dios se afilia. Y es cierto que puede
parecer que los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT son correas de transmisión
del gobierno, pero hay otros sindicatos que son verdaderos sindicatos de clase
combativos, como la CSI en Asturies, la CGT y otros muchos que no pertenecen a
“la casta”, pero se promueve una imagen interesada de los sindicatos que genera
desconfianza entre la gente, la gente desconfía de los sindicatos y es una
herramienta que es necesaria, las empresas no reparten beneficios, solo
reparten pérdidas, si no negociamos en bloque estamos perdidos.
MS: Parece necesario que este cambio venga de fuera de los aparatos de
los partidos y de los sindicatos, porque dentro hay un bloqueo absoluto, una
especie de dicotomía pro/contra sindicatos muy difícil de romper. Que haya una
voz que sin sostener esa crítica antisindicalismo global señale esas carencias,
y esa necesidad de renovación. También tiene que ver con eso, con que se dieron
por satisfechos con ciertas cotas de afiliación y de representación. Así que si
no se hace desde abajo ese cambio es muy difícil…la negociación colectiva es
fundamental, si estas solo estás perdido.
Si si, estás perdido, es lo que la
empresa quiere, dividir a los trabajadores. Es lo que os digo de los mineros,
si hacen huelga el 100% hace huelga, y activos en las protestas son un 30% el
otro 70% no va a los cortes de carreteras, no va a las marchas, pero mantienen
la unidad, porque saben que en el momento en que rompan esa unidad están
perdidos. Es un problema educacional, hay que reinventarlo todo, estamos en ese
proceso con todo con la política con la educación con el periodismo, con la
justicia, con el cine, con todo, estamos en ese proceso con todo, hay que
reinventarlo todo. Yo soy optimista por naturaleza, creo que llegaremos a una
cosa buena.
MS: De hecho hay un momento en la peli en la que hay tres trabajadores
que van a entrar a trabajar, y se encuentran con un piquete y los trabajadores
del piquete tienen un discurso muy elaborado, una conciencia de clase y de
lucha brutal, que no se ve en otros sectores. No sé si al final entraron a
trabajar o no pero…
No no, no entraron (risas).
MS: También nos muestras en la peli el papel que juegan las mujeres en
esa lucha de la cuenca minera por la supervivencia, que es un papel
fundamental, y que ha sido así siempre, ¿no? De hecho hay un documental sobre
las huelgas mineras de los 60 que se llama “Hay una lumbre en Asturias” en el
que se cuenta como las mujeres participaban activamente, incluso echando maíz
en las entradas de las minas para insultar a los esquiroles que entraban a
trabajar. Creo que esto refleja cómo es una lucha de todo el pueblo, no solo de
los trabajadores, ¿no?
Si si la película tenía que ser
así, mostrar que es una lucha colectiva, que la zona es muy permeable a todo
eso. Los niños ven como la policía persigue a sus padres o como están
encerrados bajo tierra, entonces es muy fácil ver de qué lado estás tú, estás
determinado. Y las mujeres siempre han sido muy importantes en la lucha minera,
han sido el respaldo de esa lucha, incluso les obligan a cortar carreteras, yo
conozco casos en los que no les dan de comer si no van a cortar carreteras
porque es su obligación cuando están en huelga, va en su cultura. En todos los
casos del movimiento obrero en España la mujer ha jugado un papel fundamental
al lado de los hombres, como es el caso de la Pasionaria, por ejemplo. Y ese es
otro paso atrás que se ha dado, el franquismo creó una imagen de la mujer
determinada, pero durante la segunda república se plantó una semilla que aún
perdura. Y en Asturies debido a la constante represión y genocidio que hubo se
mantuvo vivo el papel de la mujer en la lucha, y con un discurso muy potente.
En la serie que estamos haciendo ahora hicimos muchas entrevistas a gente de
las cuencas, que no tienen ni graduado escolar siquiera, pero que tienen un
discurso político brutal. Desde muy pequeños han mamado esto, es la cultura
obrera que queda en pocos sitios. Por eso queríamos hacer la película para que
dentro de 30 años la gente pueda ver esto y lo reconozca. Por suerte no
llegamos tarde, nos preocupaba, pero no llegamos tarde. Y siguen activas las
mujeres, desde que terminó la protesta ellos no han hecho nada, pero ellas
siguen reuniéndose y apoyando todos los colectivos que se mueven en Asturies, a
favor del aborto, trabajadores encerrados, ahí están ellas, siguen existiendo.
MS: Después de grabar esto, tu que eres optimista, ¿crees que de verdad
será el último movimiento obrero?
Obrero sí, porque no quedan
obreros, no queda industria… pero yo espero que no sea el último movimiento de
los trabajadores organizados. Eso tiene que reaparecer, que reinventarse. Pero
obrero sí, porque eso estaba basado en un tipo de producción que ya no existe.
Antes no existía competencia dentro de los puestos de trabajo, no existía el "yo
he puesto el tornillo mejor que tú", y ahora sí, ahora los trabajadores estamos
en constante competencia con nuestros compañeros. Y esto es algo a valorar,
tenemos que darnos cuenta de ese cambio de modelo productivo, pero el proceso
de precarización que estamos viviendo ahora, sobre todo con la gente joven
tenemos que ser capaces de darnos cuenta de que no existen grandes diferencias
con aquellos trabajadores de antes. Tal vez ahora los trabajadores no pasen
hambre como a principios del s. XX pero la brecha entre pobres y ricos es mayor
que nunca. Antes los ricos vivían como los burgueses de ahora, a lo mejor
tenían un palacete o mejor ropa, pero no es como ahora, que los ricos pueden
comprarse un billete a la luna, es salvaje esa diferencia.
MS: Durante aquellos días de 2012 en los que los mineros se levantaron,
¿hubo otros colectivos o trabajadores que los apoyaran? ¿Cómo se vivió esa
protesta en el resto de Asturies, fuera de las cuencas?
Si si, especialmente en las cuencas
es casi unánime, y el que es crítico no lo dice en público, no se atreve. Es
que Asturies es Albania en muchos aspectos! Por ejemplo durante la huelga hubo
tres entidades bancarias que ofrecían tipos reducidos a los mineros para
financiar la protesta, les daban créditos al 0,5% cuando el tipo estaba al 6%,
Liberbank Sabadell y la Caja Rural de Asturias, estaban financiando la huelga! Y
en el momento en el que estábamos entonces en el momento de mayor crisis. Es
una marcianada que unos bancos estén financiando la protesta. Y los comercios
de la zona también, la logística de la marcha negra fue gracias a los comercios
de la zona que hacían donaciones. Todos los días iban a hacerles la comida
gente desde Asturies, carnicerías, restaurantes, llevaban un camión con sus
planchas y les hacían la comida y volvían a Asturies cada día. El agua, las
bebidas todo se organizó con donaciones. Los encerrados desayunaban, comían y
cenaban de lo que les traía cada día un restaurante del pueblo, que les bajaba
la comida personalmente al pozo. E incluso en Uviéu, que probablemente sea la
ciudad más rica y acercada al capital, la ciudad más de derechas de Asturies,
incluso allí las señoras ricas sonríen cuando ven a los mineros y les aplauden.
Asturies es el carbón, sin el carbón sería otra cosa. Sería un sitio
despoblado, aislado del resto del estado, muy primitivo en muchos aspectos. Hay
un libro, La aldea perdida, que merece la pena leer, que habla de esto de la
llegada del carbón y la transformación que supuso, de como de un sitio muy poco
habitado se pobló con la llegada de la industria. Xixón era un pueblo que de
repente se transforma en la ciudad más poblada de Asturies con 300.000
habitantes. Sin carbón no seríamos nada, seríamos una cosa muy distinta de lo
que somos, está en nuestros genes.
MS: Últimamente hemos asistido al triunfo de varios documentales y
películas con temas que podríamos clasificar como “contrapoder”, recientemente
en Catalunya la presión social consiguió que 1 millón de espectadores se
sentaran frente al televisor a ver “Ciutat Morta”. ¿Asistimos quizás a un
resurgimiento del cine documental socialmente comprometido?
Esa es una asignatura pendiente que
tiene España, igual que otros países han acometido eso, el cine español nunca
se ha movido en esos terrenos. Y cuando se ha intentado, se apunta pero no se
dispara o no se llega a los no militantes. Yo aquí no soy tan optimista, es
otra lucha de clases que tenemos que llevar al cine. El cine en España está en
manos de la burguesía. Hay una frase de Godard que dice que no se hará cine social hasta
que no sea la clase trabajadora la que haga cine. Hasta ahora hacer cine era una
cosa muy cara, casi como ser piloto de fórmula 1, necesitabas un patrocinador.
Pero con el cine digital la cosa ha cambiado, y es ahí donde creo que puede
haber una transformación, pero falta educación cinematográfica y hay pocos
sitios donde adquirirla. Pero bueno hoy en día el que no hace películas es
porque le falta el talento, no porque no pueda, no es tan complicado. Ojalá,
pero yo creo que no hay un germen todavía del que vaya a salir un movimiento nuevo
de cine documental. Tiene que llegar ese momento, porque las condiciones lo
propician, pero todavía es pronto. También es verdad que en España tenemos un
problema, y es que somos poco demócratas, muy polarizados. A la hora de emprender
un proyecto como este hay que hacerlo desde la tolerancia, y abandonar los prejuicios,
quitarte las maletas e intentar entender a la gente y empatizar con la historia
que estás contando, intentar contarla sin tu visión, sin tus prejuicios sin tus
clichés. Entregarte tú a ella y no que la historia esté a tu servicio y para
eso hace falta una educación más democrática que la que tenemos, respetar al
espectador, entendiendo que es una persona a la que no hay que adoctrinar. O
somos adoctrinadores o somos naives y no provocamos nada. Todo está
relacionado, somos poco demócratas. Cambiará joder, ¡espero!
MS: ¿Crees que esa falta de
conciencia democrática viene solo de la dictadura o de la transición, o viene
de más atrás, se puede explicar por las oportunidades perdidas en los siglos
previos, en la ilustración, etc.? ¿Qué cosas tienen que moverse más allá de lo
inmediato?
Históricamente vamos con atraso,
desde la revolución francesa vamos con atraso. Pero el franquismo creo que sí
que supuso un gran agujero negro, porque coincide con la época de mayores
libertades en el resto de Europa y nosotros estábamos en la oscuridad. Esos 40
años supusieron un retraso en el momento de mayor evolución humana de la
historia, nunca 40 años supusieron tanta
transformación social, y nosotros estábamos en las cavernas, eso fue
determinante. Pero si, todo esto viene de más atrás del siglo XVIII y XIX, pero
en el s. XX hubo un atisbo, durante la II República España consiguió adquirir
derechos y libertades que nos convirtió en vanguardia internacional, lo que
pasa que duró muy poco, fue una declaración de intenciones, pero que dejó un
poso para el presente. Y sí que hay cine militante, en Catalunya sin ir más
lejos Joaquim Jordà. Pero no existe desde luego un cine político como existe en
Francia, desde luego, no tenemos esa tradición. También en España tenemos algo
que fue muy negativo para el cine documental, que es el NODO, tras la
transición los cineastas huyen de todo lo que suene a cine documental por el
parecido con el NODO. El nivel cultural, político y cinematográfico que me
encontré en Francia cuando fui a presentar la película es brutal, no tiene nada
que ver con el de aquí.
MS: Pero hay otros países, por
ejemplo Argentina, que han sufrido dictaduras, y sin embargo sí que han tenido
un cine documental social, y que a nosotros nos faltan, y quizás sí que el
franquismo fue capaz de matar eso.
Bueno durante los 80 sí que había
una prensa y un periodismo muy crítico, y gente que se la jugó mucho. Lo que
pasa es que somos un país muy ignorante, somos un país en el que se está
emitiendo cine doblado! Y la mayoría de la gente no se plantea de donde viene
eso, y probablemente de que no sabíamos leer y escribir y el franquismo
aprovechó eso porque era una manera de censurar las películas, pero el hecho de
que veamos cine doblado demuestra que somos unos ignorantes. Y ahí radica el
problema, que arrastramos un problema educativo desde hace mucho tiempo.
Argentina tuvo un sistema educativo que funcionó un tiempo y generó espíritus
críticos. Aquí los espíritus críticos son autodidactas, y el franquismo acabó
con una generación que probablemente fuera la mejor que tuvimos. La educación
tiene que cambiarlo todo.
MS: Haz de adivino, ¿Cuál crees que es la dirección que tomará Asturies,
el estado español y Europa en los próximos 5-10 años?
Siempre avanzamos, si no es a
ostias es de otra forma pero avanzamos. Es cierto que hay una necesidad de
cambio, pero yo creo que no estamos lo suficientemente civilizados para
entendernos los unos a los otros, no estamos preparados para generar ese
cambio, e históricamente hemos aprendido que es muy difícil que el poder ceda
si no tiene miedo, y eso lo aprendí con los mineros. Nunca creí en la violencia
pero te das cuenta que cuando alguien utiliza ese método de protesta el que
está enfrente le respeta. Somos animales en ese sentido, y el poder solo cede
cuando tiene miedo, no cuando los demás tienen problemas o necesidades. Me
encantaría que dentro de 5 años descubramos que por primera vez en la historia
hemos sido capaces de generar un cambio bueno para todos sin darnos de ostias
entre nosotros. Y la situación de Europa no ayuda, es un continente envejecido
y conservador, que no ayuda al cambio. El cambio va a ocurrir, porque lo pide
el 99% de la población, no sé cuándo ni cómo, pero la situación de ahora es
insostenible. 5 años es poco tiempo para los hombres desde luego.
MS: ¿Cuáles son tus proyectos de
futuro?
Estamos haciendo una serie de tres
capítulos para la TPA sobre la película, sobre lo que pasó en 2012, pero con
más presencia de los sindicatos. Más transformado al punto local, con ReMine
teníamos la intención de hacer una película más universal que llegará a más
trabajadores, y ahora nos centraremos más en lo local, tenemos que contar una
historia que el público asturiano demanda, más alejado de la épica y más
cercano a la catarsis, del fango. La otra es una reivindicación histórica. La
serie no lleva música, no lleva archivo, lleva entrevistas con los mineros.
Salen los sindicatos, sale Villa y bastante retratado… bueno es diferente, será
una crónica de ese verano. Aquí la TPA tiene muchos defectos pero está
programando muchos proyectos que serían impensables en otros canales, tiene
cosas muy cuidadas, increíbles. La TPA es otra cosa si… la aldea perdida!
MS: ¿Cuáles son tus Mares del Sur?
¿Qué escuchabas mientras montabas ReMine? ¿Qué lectura nos recomiendas?
Muchas cosas, pero la tonada, me
quedo con la tonada. Es un registro universal, es muy puro, se asemeja al cante
jondo, a la jota, en Francia y en Italia hay cosas parecidas… es un lugar
común. Es una canción que pertenece a Asturies, a las cuencas, que habla de la
minería, pertenece a ese universo.
"Mayo de 2012. España sufre la peor crisis económica de los últimos 70 años. La tristeza y el miedo paralizan a sus ciudadanos…a todos excepto a un grupo de trabajadores que han resistido al cambio durante décadas. Más de 4.000 mineros declaran una huelga indefinida contra los recortes históricos aprobados por el gobierno. Organizan a diario protestas de todo tipo para lograr la atención del gobierno: cortan carreteras, se encierran a 700 metros de profundidad, andan 500 kilómetros hasta Madrid…Pero ya nada es como antes…ni siquiera los supervivientes del último movimiento obrero."
Desde su estreno ha sido elegida mejor película en el festival de cine de Sevilla (2014), mejor documental en el 25 Festival de Cine Español de Nantes, y otras tantos premios y nominaciones. Podéis verla en Filmin.
Una peli de resistencia y dignidad de los trabajadores, rodada desde dentro del movimiento. De esto y, ya de paso, de otras mil cosas hablamos con Marcos:
MS: Cuéntanos como surge la idea de la película. Abandonaste tu empleo en un medio de comunicación en Madrid y te fuiste a Asturies, pero tu idea inicial no era grabar una protesta sino que ésta se desató posteriormente… ¿cuál era la idea original? Yo siempre hablo en primera persona del plural nosotros, porque Marta mi pareja trabajamos en tele5 en informativos 15 años, e intelectualmente no tiene mucho sentido ese estilo de periodismo. Llevaba muchos años fuera, y queríamos contar esta historia. Antes de que se extinguiera queríamos documentar este estilo de vida de la minería que ya casi no existe. Nos fuimos 8 meses sin rodar, viviendo en el sitio para entender el lugar y buscar la historia. Haciendo fotografías entrevistando con cafés con mucha gente para comprender que había pasado. Nos dimos cuenta que era un tema emocional, que esta gente era distinta a lo que yo había conocido. Yo me crie en Xixón en un barrio obrero con esta cultura, pero allí no queda nada, pero en las cuencas perdura. Estábamos trabajando en un guión pero estalló la protesta y decidimos que era el marco perfecto para rodar la película, y nada yo me empotré, abandoné la familia durante 4 meses y estuve todos los días con ellos para entrar en su intimidad.
MS: Si, eso nos llamó mucho la atención, como consigues integrarte, y que la gente se olvide de que hay una cámara, y hablen de sus problemas… ¿te costó mucho entrar en esta dinámica?
Llevaba muchos años haciendo periodismo y las herramientas las tienes. Yo tengo ese talento que suelo metamorfosearme y empatizar mucho. Disfruto con la gente. En seguida fui otro minero, no soy prejuicioso, soy muy observador. También hay mucho de perseverancia, de formar parte del mobiliario. Además el guión, la forma de hacer la película ya estaba definido previamente, hacer un documental de creación estilo la escuela de Barcelona. Pero bueno, que al final se trataba de estar todos los días allí en la protesta, eso es lo que hizo que me vieran como uno más, como un minero más. Y luego también corría a nuestro favor el abandono de otros medios, yo estaba con Javier Bauluz (JB) porque nos conocimos justo cuando llegué a Xixón, dio la casualidad que JB era mi vecino. Le conté lo de la película y se vino conmigo todos los días. JB y yo eraos los únicos periodistas que hicimos la cobertura. Al principio nadie me conocía y había sospechas de que pudiera ser policía y tal pero al final la perseverancia de estar todos los días, que me conocieran, hizo que confiaran en mí. También todo cambió con la marcha a Madrid fue lo que fue más determinante para conseguir la intimidad. Ahí fui yo solo, y era el único medio que los seguía. Pasaba todo el día con ellos, comía con ellos, dormía, me duchaba con ellos. Se rompieron todas las barreras, pasaban de mí! Son todo escenas reales, nunca les decía lo que tenían que hacer, ellos no se cortan hacen un cumpleaños feliz, no se cortan, es un regalo que te hacen ellos también, son muy generosos.
MS: Para financiar la película hiciste conjuntamente con JB un fotolibro que se llamó #ResistenciaMinera y que de hecho de ahí viene el nombre de la peli ReMine, no? Son dos cosas, “remain” y “remine”. Originalmente es en inglés, porque en este país subdesarrollado desde el punto de vista cultural, el mercado anglosajón es el más potente. Además queríamos que fuera un concepto universal, jugar con las palabras remine, volver a la mina, recordar… en español es resistencia minera. Los mineros la bautizaron “remine” y así se quedan.
MS: ¿Tuvisteis más ayuda?
No buscamos financiación. Al principio la buscamos en el mercado internacional, pero no había ninguna televisión española en ese mercado internacional, un reflejo del panorama que hablábamos antes, en el que España es un desierto cultural en el campo documental sobre todo. Había interés en el proyecto pero en hacer una coproducción, porque originalmente el proyecto era comparar a través de un jubilado el proceso de reconversión industrial que había habido en toda Europa, y la situación del movimiento obrero, e íbamos a viajar a UK y Francia y trasladarlo a Asturias, pero no había televisión española que nos respaldara, y al final es una cuestión de confianza, las televisiones extranjeras estaban interesadas, pero decían quién eres tú, quien te respalda, y sin ese apoyo nacional es muy difícil. Vimos que fuera era posible, y en casa no lo queríamos buscar mucho por las aristas políticas que tiene este tema también no? Veníamos del ámbito de la televisión privada en España y queríamos ser muy libres a la hora de grabar esto, sin que nadie nos dijera que hacer o que no, que no se metiera en el discurso. Así que decidimos que lo mejor era arriesgarnos, y luego ya buscar los ingresos cuando termináramos con ella.
Así que le lo propuse a JB, hacer un libro. JB financiaba PeriodismoHumano, que es una publicación gratuita que siempre tiene dificultades y nosotros con eso hemos pagado la postpo y el montaje. Al final nos quedaba un poquito, cuando la peli empieza a ser seleccionada en festivales, nos damos cuenta que tenemos que hacer una copia en cine con máxima calidad, con BCP don dolby sorround 5.1, y no teníamos dinero y ahí acudimos al gobierno de Asturies: que necesitábamos 6000 euros para terminar la película pero que no se la íbamos a enseñar. Que estaba seleccionada para varios festivales, y que a nosotros nos interesaba mucho que la bandera de Asturies saliera al final junto con el movimiento de resistencia minera. Y aceptaron, curiosamente. Y está financiada por turismo sale Asturies paraíso natural al final, y además lo argumentaron, y yo estoy de acuerdo con eso, que para ellos esto entra dentro de la oferta turística de Asturies también. Y esta es la financiación y ha salido bien la jugada. Hemos sacado la peli en cines, hay alguna tele interesada, hemos sido seleccionados en varios festivales y nos hemos llevado 5 premios, y podremos hacer una segunda película, así que muy bien.
MS: Más allá de los festivales y los circuitos especializados en cine documental, ¿Cuál ha sido la acogida a nivel social? Sobre todo en otros países como UK donde la realidad social fue o es muy parecida a la que describes en la peli
El neoliberalismo ha entrado muy de lleno también en el tema festivales, ha tenido mucho existo en el sur de Europa y Sudamérica. Acaba de entrar en Francia en Biarritz, y fue la ostia. Ahora en Nantes y también. Ya tenemos varias proyecciones programadas con la CGT, con movimientos revolucionarios franceses, en la Sorbona… hay mucho interés. El tema es que los festivales buscan vanguardia, y ser los primeros en descubrir una cosa, y yo creo que tienen la sensación de que esto es algo que ya han vivido, que no es nuevo. Pero yo creo que precisamente ese es el valor de la película, pero para ellos está superado me da la sensación. Pero acabará calando, acabará entrando hasta en UK porque los mineros están muy interesados en que llevemos la película allí y se moverá el tema. Pero España no es Europa por mucho que queramos, y cuesta por eso, porque no hay puentes, ¿no? Si fuera una producción belga o alemana seria otra historia, pero siendo española cuesta el doble. Sobre todo al final serán los ciudadanos los que la vean y los que la empujen. Somos dos personas y es difícil ahora estamos haciendo una serie de tres capítulos, yo sigo con los festis y no damos abasto, pero la película no envejecerá ganará con el tiempo.
MS: ¿Aspiráis a que la peli pase al circuito comercial más amplio?
Entró, la peli estuvo en multicines y en cines comerciales, salvo en Madrid, en Uruguay también… Es el único sitio que se estrenó fuera en UK y Francia hay un circuito de cines independientes cineclubs, y yo creo que entraremos ahí, pero cines comerciales es complicado es un problema de difusión, de la capacidad que tienes tú de que la gente se entere que está en los cines. Por ejemplo en sitios pequeños en las cuencas en Asturies o en otros sitios mineros, en Ponferrada, en Aragón, funciono bien en los cines espero en Madrid y Barcelona es complicado porque no tienes la capacidad de las distribuidoras grandes, porque no encontramos nade que tuviera el interés o la capacidad de hacer la distribución, así que la asumimos nosotros. En Asturies se estrenó en primer lugar y fue un fenómeno. Se estrenó en el Nyemeyer (Avilés) y fue un éxito mil personas, y en cines comerciales en Llangréu y Mieres y fueron más de 3000 espectadores, con llenos increíbles. Al final nos sacó de los cines otra distribuidora, que como condición para pasar su película pidió que retiraran la nuestra, es un mundo de mierda este.
MS: ¿Por qué la sacaron?
Porque se molestaron, por el impacto que tuvo el estreno los dueños de la sala la pusieron en la mejor sala del cine y ese finde se estrenaba otra peli de ellos que iba a ser un pelotazo y no fue a la principal, y la venganza es un plato que se sirve frío. Los cines se han convertido en una extensión de la televisión, en una máquina de vender palomitas, funcionan al calor de las dos o tres distribuidoras principales que son las propietarias de la inmensa mayoría de las películas q llegan a los cines. Y cuesta dinero pasar una película en los cines, a una peli como la nuestra nos cuesta mil euros estrenarla en una sala, entonces es una barrera, porque claro a veces no consigues los mil euros, hay mucho que cambiar. Hay que darle la espalda a eso, no volvería a hacerlo así salvo en Asturies o sitios así donde era necesario para llegar con calidad a la gente, pero en otros sitios creo que es mejor optar por salas pequeñas q garanticen calidad de reproducción, pero que no juguemos a un juego q no nos pertenece y que lo único que hace es perjudicarnos. Hay que hacerlo a sitios que pertenezcan a nuestra liga y que nos respetemos todos.
MS: Pero pese a todos los
problemas la gente la ve, porque existe un interés en verla. En las
proyecciones en BCN estaban las salas llenas…
Sí, yo tengo un amigo en Asturies que dice q hace películas para los próximos 100 años, y yo creo también en esto. Es el cortoplacismo de la sociedad en la que vivimos ahora, pero yo creo que con el paso del tiempo ReMine será una película muy conocida la vera mucha gente. Hay que seguir picando como dicen los mineros.
MS: Es muy interesante q os planteéis un proyecto no solo reivindicativo sino artístico a largo plazo, cuando el activismo suele ser cortoplacista, no? Estamos tan escasos de fuerzas que muchas veces tiramos de táctica y no de estrategia, así que nos alegra mucho que digas esto.
Claro, también tenemos la capacidad, es una decisión personal y no tener prisa. Sino el estilo de vida que estamos intentando crear fracasará. Es una apuesta a largo plazo, sino no habría salido la película como ha salido, con prisas. Es luchar contra el resultadismo… Incluso la película es un poco esto, tú les preguntas a los mineros y no tienen sensación de fracaso, hicieron lo que tenían que hacer en su momento. Si, la derrota suele ser el fin más probable, pero es que si no no existiría la ética. Hay una frase que cuentan ellos que es que la épica no está en pelear cuando la victoria esta cantada sino cuando la derrota es el final más probable. Pero bueno es difícil…
MS: ¿Cuál era el ambiente que se respiraba en las cuencas en aquellos días? A parte del aire de combate que se respira en la película, ¿qué más percibisteis? Es decir, ¿percibisteis entre la gente esa sensación de que realmente este era el último movimiento obrero?
Es Asturies, es la resignación que inunda toda la región, como si fuera un fenómeno meteorológico contra el que no se puede hacer nada. Y sorprende mucho viniendo de un pueblo como el asturiano, con la historia de lucha que tiene detrás. Lo que pasa que la huelga lo cambio todo, el hecho de que empezaran unos pocos y fuera creciendo creo un espíritu colectivo de lucha frente a la baja autoestima que es lo que más me llamo la atención cuando llegué. También el cainismo, somos muy asturianos pero realmente no valoramos lo asturiano como debemos, por ejemplo con el tema de la memoria histórica, hay muchas cosas por hacer aquí, no se ha valorado. Se ha hecho un daño muy grande dentro de la sociedad en los últimos 30 años, es una reconversión perversa porque ha transformado lo que eran los elementos vertebradores de la región que eran los mineros en elementos privilegiados, prejuzgados. Esa transformación de la base social lo desmorona todo porque al final nos enfrentamos entre unos y otros, fíjate estos que a los 40 años están prejubilados, ese es el elemento fundamental de la reconversión que sufrió Asturies en los últimos 30 años, lograr convertir un referente de lucha en un supuesto grupo elitista y privilegiado a los ojos de la sociedad.
MS: Yo viví el movimiento minero en la Asturies de los 90, y la sensación que tengo es que, a pesar de que siempre existió en toda Asturies cierta simpatía por la causa minera, se nos ha intentado vender la imagen de que los mineros son insolidarios, que solo luchan por sus problemas gremiales, es decir que no es un verdadero movimiento de clase. Incluso se extendió el estereotipo de minero prejubilado cobrando pensiones millonarias ¿Crees que es cierto o es más bien un intento de desarticular un movimiento que llegó a tener muchísima fuerza? No creo que sean capaces de tener esa estrategia, seria sobreestimarles, pero creo que sí que lo han incentivado. Lo que tenían era miedo al estallido social, y es el camino que tomaron. Los que más me alucina de Asturies es que jamás se hizo un análisis riguroso, académico, del problema o de las soluciones. Cuando llegamos a Asturies hablamos con los últimos tres rectores de la Universidad d'Uviéu buscando alguna tesis en la Universidad que investigara a fondo el problema del fin de la minería o el proceso de reconversión de las cuencas nunca se aprobó una sola tesis en la Universidad d'Uviéu en 35 años sobre estos temas. Y los propios rectores de la Universidad reconocían que era por presiones políticas!
MS: Se presentaron proyectos de tesis y no se aprobaron?
Se les recomendaba que apuntaran hacia otros temas si querían que se aprobasen. Entonces claro este es el problema, si nadie ha evaluado o analizado el problema, qué plan hemos tenido? Ninguno, lo fácil era prejubilar e improvisar como se ha hecho. Había 200 o 300 millones de euros al año para dinamizar las cuencas y no se sabía qué hacer con ellos, y se ha invertido en cosas peregrinas, polideportivo, a que se dedica tu colega… aquí no ha habido una corrupción a gran escala como en otras partes del estado, aquí ha habido puro caciquismo dar puestos de trabajo al hijo del amigo, y al final se creó una red clientelar inmensa, pero no se ha dado un enriquecimiento personal, ni siquiera en el caso de Villa, en el que se habla que se llevó 1,4 millones, pero estamos hablando de casi 5000 millones que se derrocharon en las cuencas. Forma parte todo de ese final de la película, del aislamiento que ha sufrido históricamente el lugar y como un lugar aislado y una baja autoestima genera un atrincheramiento inmediato, y esto es lo que ha pasado, que llevamos atrincherados 30 años defendiendo lo poco que nos queda y no ha habido una verdadera reconversión industrial. Y tampoco ha habido una sociedad que lo exigiera que eso es un asunto a asumir por la sociedad asturiana, y era el objetivo también de la película, no buscar un malo, si os fijáis el propio papel del presidente del gobierno está diluido, se le cita dos veces, ni a los socialistas ni a los sindicatos, también se les juzga y se les pone en su sitio, pero la emoción que te queda al final de la película es la responsabilidad de los asturianos en eso que ha ocurrido. Mientras hemos vivido de puta madre nadie se movió, mientras había unos procesos de “reconversión” que garantizaban paz social, e ingresos a los papás de 3000 euros al mes había comercio había consumo, todo iba bien. Pero claro, la prejubilación se acaba a los 50 años y luego se entra en caja y cobras una jubilación y los ingresos bajan 1000 o 1500 euros, y eso se nota y llega la crisis. Hay una responsabilidad colectiva, por supuesto que esta graduada, hay gente que tiene más responsabilidad que otra, pero socialmente no hemos sido la Asturies que históricamente habíamos sido, no hemos estado a la altura de las circunstancias históricas que nos tocó vivir.
Pero sí, retomando la pregunta anterior, claro que se ha transmitido un discurso interesado para responsabilizar a los trabajadores, y eso también tenemos que analizarlo y hacer examen de conciencia, porque cuando un trabajador tiene unas condiciones mejores que las nuestras lo que nos han inculcado no es que tenemos que luchar para conseguir unas condiciones similares para nosotros, sino que hay que hacer todo lo posible por críticas y hundir a esos trabajadores, y ya no hablo de la minería ni solo de Asturies, sino de toda la sociedad, cuando trabajaba en los medios de comunicación era lo mismo. Y nadie se plantea que hay que luchar para conseguir nuestros derechos, como los mineros que llevan un siglo de lucha obrera por sus derechos y por sus condiciones de trabajo. Y que yo creo que trabajar 20 años bajo tierra es suficiente para evitar una muerte lenta como ocurría antes, también es un asunto de salud, si los tienes trabajando hasta los 50 años como hacían hasta los 80, se morirán de problemas respiratorios y con un envejecimiento de mierda.
MS: La reflexión que haces acerca de asumir determinadas responsabilidades enriquece mucho la postura de que no debemos de abandonarnos al discurso maniqueo de que o habéis vivido por encima de vuestras posibilidades o ahora llegan las nuevas élites políticas que os vienen a salvar sin que nadie se impregne un poco del sentir colectivo sin recuperar la memoria para que todos arrimemos el hombro, es decir claro que ha habido culpa de nuestra parte, no podemos obviarlo, no fuimos conscientes, dejamos que se diluyese, y ha habido un montón de situaciones históricas complejas, la transición por ejemplo como emblema, pero a mi me parece muy enriquecedor que sin culpabilizar nombre por nombre, analicemos que errores hemos cometido y que historia no hemos sabido leer de nuevo, porque estamos siempre igual, quien ha tenido la culpa los de arriba o los de abajo pero vamos a generar algo que nos permita avanzar no?
Si, la vida es crecimiento, hay que crecer sin mirar demasiado hacia atrás pero hay que seguir andando, hay que cambiar las cosas, y lo difícil hay que pelearlo, y si tú quieres un cambio bueno para todos eso va a costar, siempre ha sido así. Yo creo que eso forma parte de una sociedad madura dejarnos de paternalismo y pensar en la responsabilidad que podamos haber tenido y en cambiar lo que a cada uno compete, no pensar tanto en los idealismos y las utopías del mundo en general, y empezar por uno mismo, sin heroicidades, despacio y meditando las cosas y no echando la culpa a los demás, que eso no es un cambio es una justificación. Buscar culpables ayuda a cicatrizar las heridas, pero no a crecer. Lo de la transición, por ejemplo, se asumirá con el tiempo, asumiremos los errores que cometimos seguro, aunque sea una cuestión de generaciones, pero es algo que tiene que pasar. Hay una película aquí en Asturies que se llama Equí y n’otru tiempu, de Ramón Lluis Bande que es muy interesante sobre los maquis en Asturies, y él tiene una frase cojonuda, dice que los maquis y los “fugaos” fueron los últimos españoles que defendieron la libertad y la democracia y cuando llegó la transición en lugar de construirse sobre los últimos defensores de la libertad los trataron como a bandoleros y esto es verdad, es muy sintomático de lo que se construyó en el 78.
MS: Esa relectura de la historia está ligada también con la relectura que se hizo del movimiento obrero en los 80, en lugar de darle el papel que tuvo se hizo todo lo posible por desmembrarlo, y no solo en Asturies, sino en todo el estado. Sí, yo no soy nada patriota pero cuando se habla de movimiento obrero en el siglo XX en España Asturies es el claro referente. En Catalunya hubo y hay un gran movimiento social, en Euskadi un movimiento ligado a la industria, con un sindicalismo con algunos matices diferentes, pero el movimiento popular obrero surgió en Asturies fruto de la necesidad y aquí nace CCOO, UGT se nutre de esto básicamente, ha sido muy importante. Esto es por una teoría de Franco, cuando terminó el periodo de la autarquía y llegó el Opus Dei y decidieron cambiar el modelo económico, a Franco le preocupaba especialmente Euskadi, Catalunya y Asturies, los dos primeros por los nacionalismos y Asturies por el movimiento obrero. Y decidieron reindustrializar estos tres lugares porque teóricamente al llegar trabajadores de otros sitios “amortiguarían” esos sentimientos. Y eso no pasó ni en Catalunya ni en Euskadi, pero sí en Asturies. Y al final cuando llegó la transición, Asturies se encontraba con una reconversión industrial fallida, porque eran industrias que no estaban actualizadas, que eran para contentar a la sociedad y evitar estallidos sociales. Y Asturies no contó con representación en el congreso de los diputados para formar gobierno y se quedó fuera de ese proceso de reconversión industrial a la altura de Euskadi o Catalunya, nos dieron las migajas, y silenciaron el problema. Y así estamos ahora, Asturies tiene la tasa de natalidad más baja del mundo desde hace 20 años, es la segunda autonomía del Estado con mayor número de pueblos abandonados, el lugar con menor tasa de actividad femenina de Europa después de Sicilia… es un drama demográfico lo que vivimos. Y encima tenemos que oír que los jóvenes emigrados de Asturies son una leyenda urbana. Y nunca se ha hecho un plan, nunca se ha analizado este éxodo, no se ha hecho un análisis riguroso de como traerlos, pero tampoco se ha exigido, volvemos a lo de antes.
CONTINUARÁ..... Todas las fotografías son de Javier Bauluz, y pertenecen al libro-DVD #ResistenciaMinera de Javier Bauluz y Marcos Merino, que puedes encontrar aquí.
Un fragmento de lo que nos ofrece TMB en su web: <<Durante un año, en el metro se realizan más de 373 millones de viajes y, en los autobuses diurnos, casi 174 millones. Eso quiere decir que cientos de miles de ciudadanos entran en el recinto del metro cada día, suben a los autobuses o ven pasar estos vehículos mientras andan o circulan por la calle. ¿Qué otro ecosistema comunicativo te asegura esta enorme cifra de posibles receptores de publicidad?...Además, la principal ventaja es que los soportes de estos anuncios son muy variados, desde los exteriores y los interiores de los vehículos (autobuses y convoyes de metro) hasta los andenes y los vestíbulos del recinto del metro, pasando por el innovador sistema audiovisual que supone el canal MouTV, presente en ambos sistemas de transporte. En definitiva, hacer publicidad con TMB es una garantía para que los mensajes que emites lleguen al público potencial que te interesa… >>. Eso está bien; un ciudadano del primer mundo debe tener garantías. <<…En el recinto del metro (contando el interior de los trenes) hay instalados más de 2.000 soportes publicitarios, de distintos tamaños, ubicaciones y características, desde los simples carteles fijos hasta los opi luminosos, pasando por los innovadores soportes que incorporan la imagen en movimiento. Todos ellos son adecuados para colocar la publicidad de tu negocio o empresa, porque, sean como sean, sabes que los ven cientos de miles de potenciales clientes...>>. Todo acusado es potencialmente cliente hasta que se demuestre lo contrario. <<…MouTV es un innovador sistema de videodifusión con casi 3.000 puntos de emisión, lo que asegura a cientos de miles de espectadores entre los usuarios del transporte. Las pantallas que emiten MouTV se encuentran en una cincuentena de estaciones de metro, en un centenar de trenes del metropolitano, en cuatro centros de atención al usuario (Puntos TMB) y también en unos ochenta autobuses equipados con monitores en el interior del vehículo…>>. Me siento seguro, me siento espectador. <<...MouTV proporciona información sobre el estado del transporte público, noticias de actualidad de temática variada y otras informaciones de servicio sobre la ciudad. Además, incorpora publicidad en distintos formatos y duraciones. Por tanto, es un soporte nuevo de gran potencialidad y aún por acabar de descubrir por parte de algunos anunciantes. Te animamos a descubrirlo>>. Por supuesto: además de los anuncios de tablaos flamencos, se nos ofrecen, solo si queremos prestarle atención a las múltiples pantallas, “noticias de actualidad de temática tan variada” e imparcial como el número astronómico de visitas que reciben los museos de Barcelona y lo deseable que eso es; cómo ha aumentado el número de inscritos en los programas de formación profesional a pesar de que la tasa de ocupación de quienes los cursan es un miserable 41%, como si el aumento de inscripciones fuera directamente proporcional a una maravillosa oferta y no a otros factores bastante menos agradables; se nos dice, con toda la corrección política del mundo y sin ninguna alarma, que, según un estudio reciente de la OCDE, el nivel de estudios superiores entre las mujeres es mayor que entre los hombres, aunque, de manera incomprensible, los salarios y el desempleo son insultantemente menores y mayor, respectivamente, entre las féminas; etc.
Mientras uno cavila, tratando de digerir todo eso, se ve ayudado por la megafonía, que le recuerda que no debe distraerse, pues los ladrones aprovechan la más mínima ocasión para “steal your belongings”, que no conviene tirarse a las vías, que deje salir a la pobre gente antes de entrar en el vagón, no sean cansinos, etc. En definitiva: hace un repaso en los distintos idiomas-turistas – ya me dirás tú si el japonés se merece estar más que el chino, por ejemplo- para que, junto con las tarifas y los salarios de los directivos de TMB vean que, aunque no lo parezca, Barcelona es una ciudad moderna, dispuesta a prostituirse más y más para seguir bien arriba en el ranking de los mejores negocios con el único objeto de hacer felices a sus ciudadanas y visitantes, que se lo agradecen con toda el alma. También se lo agradece la vista, pues desde que los precios son exorbitantes y hay dispositivos de control de billetes parecidos a redadas antinarcotráfico en L.A, cada vez se ve a menos gente mal vestida o de tez oscura. Y el intelecto, sí, el intelecto, pues el verdadero barcelonés cívico puede concentrarse mejor en su bestseller de autoayuda cuando no tiene que preocuparse constantemente de que algún sudaca o negro-portador-de-gran-saco-con-bolsos lo robe o lo mire, o de que pase un rumano con el acordeón fingiendo que es pobre cuando en realidad tiene un Mercedes en casa, o un abuelo pesado vendiendo kleenex porque dice que no tiene dinero para pagarse la medicación. Además, se nota que la gente que trabaja para TMB tiene un gran corazón, pues se preocupan de la gente con discapacidades sin esperar nada a cambio. Que las cosas estén haciéndose tan bien es un alivio para todo buen cristiano, sí señor, y eso se nota porque la gente de bien vuelve a confiar en el metro desplazarse.
Otra cosa que hay que reconocerle a los de TMB es el ojo que tienen cazando talentos. Un buen ejemplo son los músicos “con permiso para tocar”, también conocidos como 007 por el número de euros que se sacan al día haciendo acordes y desacuerdos entre una masa de gente malcaradamente apresurada. O los apoteósicos redactores de noticias escritas en la web, que me imagino deben ser fashionably exploited becarios y becarias, como en el Primavera Sound, pues se vengan no poniendo ni un solo nombre de los participantes o presentadores en las crónicas de los actos que les encargan; o los esforzados participantes en concursos como el Subtravelling o el de Relatos cortos, que pueden llegar a ganar, “literariamente”: 1 e-reader, 10 libros electrónicos y una inscripción gratuita al coloquio “Con voz propia” de l'Escola d'Escriptura de l'Ateneu Barcelonès. En otras categorías son todavía más afortunados y les dan entradas para el cine. Sí señor, si eso no es extracción de plusvalía y publicidad prácticamente gratis, que baje mi vecino del ático y lo vea!
Por último, quiero resaltar la inteligentísima recuperación de la memoria histórica que está desempeñando TMB. Todo el mundo sabe que el 90 aniversario es una fecha clave y que la empresa se ve obligada a hacer un despliegue de medios y dispendio de recursos, sí o sí. La gente lo pide a gritos. Todavía faltan cinco años para el 95 anivesario y diez, diez años!!, para el centenario, así que no hay tiempo que perder: a sacar todas las fotos otra vez, contar las mismas historias y callar las otras, y, una vez en la ópera, embutidos en traje de gala, podremos oir al ex-flamante President Mas, que una vez se subió a un tranvía y éste sigue mordiéndole la pierna, asegurar que “el metro es un elemento modernizador de la ciudad desde sus inicios, cuando competía con Madrid para ser la primera en estrenarlo, y su papel vertebrador al servicio de la economía es digno de elogio”, o a nuestro campechano ex-alcalde, que va en metro cada día, decir cosas como que el metro “es mucho más que un medio de transporte, es un elemento indispensable de vertebración y cohesión de la ciudad y toda el área metropolitana”. Se le olvidó comentar la fabulosa cohesión que hay entre Nou Barris y Pedralbes.
Ellos tienen su fascismo posmoderno, su “mundo TMB”, nosotros tenemos bicicletas. Por eso, para cambiar radicalmente la situación, os insto, compañeros y compañeras, a usar el Bicing mientras viajáis en metro. No os preocupéis, que el Bicing es cool y, como tanto ésta como TMB son empresas públicas al servicio del ciudadano, nadie os pondrá ninguna pega. Imaginaos qué gozada hacer en bici el transbordo de Passeig de Gràcia!!La revolución sobre ruedas!! Pues eso, “ciclisme al metro, si us plau”.
Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino supersticiones. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican cultura, sino folklore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
Ana Martínez nació en Barcelona en 1981. Trabaja como enfermera en el servicio de urgencias del Hospital Clínic de la misma ciudad. Es coordinadora, junto con Montse Vergara, del libro recientemente publicado,“Cómo comercian con tu salud”(Icària, 2014), en el que se plasma el trabajo de la primera fase delproyecto“Privatizando la sanidad. Impacto en la salud de la privatización de la sanidad en Catalunya”, impulsado por múltiples colectivos embarcados en la investigación, desvelamiento y denuncia del complejo proceso de privatización de la sanidad pública catalana, oculta bajo una ola desarticuladora que pretende invisibilizar las consecuencias y los mecanismos que la rigen. Nos saluda con su sonrisa indeleble en la puerta de su centro de trabajo, lugar de encuentro también para una tarde dominical, desde donde nos lleva a una terraza no muy lejana, donde, tras una mirada desconfiada a la grabadora, da rienda suelta a su discurso vivaz.
LMS. ¿Te definirías como
enfermera o investigadora en salud?
AM.
Ni lo uno ni lo otro me convence. Ahora mismo soy activista por la defensa de
la sanidad pública. Es como si nos fuera la vida en ello (risas).
LMS. ¿En qué momento te
involucraste en la lucha por la sanidad pública?
AM.
Los tijeretazos contra la salud se empezaron a aplicar con fuerza justo antes
de que estallara el 15M, en 2011. Hacia finales de 2010, con la llegada de CiU
al poder y los vientos austericidas que trajo consigo, mucha gente, entre ellos
un gran número de trabajadores de la salud, se levantó contra las medidas
implementadas por el conseller Boi Ruiz.
Curiosamente, en general creo que no se recuerda bien la cronología. Si le
preguntas a alguien por la calle, te dirá que toda protesta masiva se dio tras
el 15M, pero lo cierto es que las que estuvimos implicadas en las primeras
luchas lo recordamos como un fenómeno de masas que se dio bastante antes del 15
de Mayo. Por ejemplo, “Indignados por
los recortes en sanidad” (nacido por iniciativa de los compañeros del Hospital
del Mar) éramos originalmente cuatro gatos (asindicales y horizontales) que nos
comunicábamos a través de Facebook y organizábamos movilizaciones contra los
recortes sanitarios. Conocimos a Democracia Real Ya en los compases previos al
15M y también a algunas compañeras de la PAH, que llevaba más de cuatro años en
pie de guerra. Después el levantamiento popular desencadenado a partir del 15
de Mayo nos pasó por encima y nos integramos en él. A veces pienso que entonces
se deslizó algo muy profundo, algo que movilizó a ciudadanas y trabajadoras de
una forma que no volveremos a ver en Catalunya.
LMS. ¿Cómo nació el
libro “Cómo comercian con tu salud?”
AM.
El libro se concibe en la indignación, nace en la academia y cuenta con la
colaboración de múltiples actores: investigadores, activistas, plataformas,
entidades.... Me explico: es la plasmación de un grito, el de las plataformas
en lucha por la sanidad, los movimientos sociales, las asociaciones de
pacientes y usuarios, canalizado a través del Grupo de Investigación en
Desigualdades en Salud (GREDS-EMCONET), con Joan Benach y Gemma Tarafa a la
cabeza, frente a la necesidad de hacer un
esfuerzo de análisis ante un fenómeno tan difícil de aprehender como es
la privatización de la sanidad catalana.
Así
que se decidió llevar a cabo una colecta pública de dinero (lo que ahora se
llama “crowdfunding”, jejeje), a través de un blog y un verkami, para arrancar
el proyecto en cuatro fases de las que el libro es sólo la primera. Montse
Vergara y yo nos animamos a coordinarlo. Durante su elaboración, el documento
ha contado con la estrecha colaboración de las personas, plataformas y
entidades en defensa de la sanidad pública, que lo revisaron, aportaron sus
notas, modificaciones y dieron su visto bueno. Ha sido un trabajo con mucho
feedback.
LMS. ¿En qué consiste
cada una de las fases del proyecto?
AM.
Dejadme primero aclarar una cosa: la necesidad del proyecto no consiste en
guiar la actividad de los movimientos sociales. Se trataba de conseguir una
base teórica sólida, de cargarnos de argumentos para defender un derecho. En
Catalunya, la información es escasa, los datos se han tratado de ocultar todo
lo posible desde el principio. Con más énfasis en los últimos cinco años. Todavía hoy sigue
siendo un problema muy relevante, al que la actual administración gira la
espalda de manera interesada. Por eso
mismo la primera parte del proyecto consistió en hacer un barrido de datos
inicial, detectando los “gaps” existentes y aproximándonos a cuál podría ser la
investigación ulterior. Esta primera fase responde a dos interrogantes
principales: en primer lugar, identificar los elementos de privatización y
mercantilización del sistema catalán. En segundo lugar, aproximarnos al
mecanismo mediante el cual esas medidas de austeridad (entendidas también como
elementos de privatización y mercantilización del sistema) han podido impactar
en el sistema de salud y en la salud de la población, tratando de distinguir
nítidamente- lo cual no es nada fácil- entre austeridad y privatización. La
siguiente fase, en marcha actualmente, es redactar un informe con un
carácter más reflexivo, ampliado y
propositivo del que generó la primera fase.
LMS. En el libro se hace
mucho hincapié en la necesidad de diferenciar claramente entre mercantilización y privatización. ¿Por
qué?
AM.
Es importante distinguir ambos conceptos para conocer el sistema sanitario
catalán y poder identificar los mecanismos de su génesis, transformación y
ahora destrucción en su vertiente pública. La privatización, más sencilla de
definir a pesar de no estar libre de controversias, es la transferencia de
recursos de la esfera pública a la privada, en las diferentes funciones que
tiene el sistema: gestión, provisión, dirección, formación, etc.; mientras que
la esencia de la mercantilización no radica en la titularidad de los recursos,
sino que es la introducción de elementos de mercado en el sistema público. Los
“elementos de mercado” abarcan desde la conceptualización, que afecta al
discurso, de la salud como un producto y no un derecho, hasta la ley, que la
privatiza de facto. El ejemplo
paradigmático son los entes públicos, empresas y consorcios públicos, de
titularidad pública, financiación variable y gestión cada vez más frecuentemente
de carácter mixto en la sanidad catalana, en proceso de privatización radical.
Todo ello inducido por los cantos de sirena de los adeptos de ESADE & cia.,
voceros neoliberales, que no paran de insistir, sin fundamento, en que la
sanidad pública es insostenible, en la necesidad de implementar mecanismos para
aumentar la eficiencia, etc., lo cual entra de lleno, de nuevo, en la ideología
que propicia los procesos de mercantilización. Recubierto de tecnicismos y
apariencia de objetividad, está el interés puro y duro de convertir la salud en
una mercancía más, la sanidad en un negocio. Los procesos de privatización
implican siempre mercantilización. La mercantilización, más subrepticia y
difusa, no siempre implica privatización o la implica de forma parcial. Aunque
a mí me gusta decir que la mercantilización es la antecámara de la privatización.
LMS. Por suerte, pues
¿qué queda hoy sin mercantilizar?
AM.
Así es…
LMS. ¿Es el Hospital
Clínic un ejemplo de esto?
AM.
Es el paradigma del Modelo Catalán. En él se dan los dos fenómenos con una
intensidad brutal y, hasta ahora, una falta de consciencia abrumadora por parte
de los trabajadores y usuarios. Y no sorprende, pues tras años y años de
privatización encubierta y propaganda (mercantilización), durante los que
millones de euros se han ido por el sumidero, se han cerrado más de un 20% de
camas, se derivan miles de pacientes al ámbito privado (Hospital Sagrat Cor,
Hospital Plató, Hospital General de Catalunya, todos de IDCSalud, antes Capio,
cuyo actual director de innovación fue el anterior director general del
Clínic), la excusa de la austeridad se está usando como ariete justificador del
lucro oculto (o no tan oculto). En cuanto a la cooptación de los trabajadores
por la élite dirigente, en plena danza centrípeta, como corresponde a toda
puerta giratoria, especialmente en el caso de los médicos, el comité de
delegados, único sindicato existente para la plantilla médica y del que se pasa
a formar parte automáticamente con la firma del contrato, ha jugado un papel
importante amedrentando a los pocos que se atrevieron a cuestionar el modelo o
las medidas derivadas del mismo. En cuanto a enfermería, ahora se ha creado un
comité específico para nosotras, por lo que muchas de mis compañeras callan y
sueñan con subir, como hacen los médicos, por la escalera que va de la
precarización al estrellato monocorde. Sin contar con el resto de categorías
profesionales. Es más, pisándolos si cabe, para defender “lo nuestro” como
categoría. Es inteligente por parte de la empresa: divide y vencerás.
LMS. ¿Por qué crees que
hoy en día, a diferencia de lo que pasaba hace apenas unos años, en centros
públicos los hospitales o la universidad hay tanto miedo por parte de los
trabajadores a expresar el descontento? ¿Por qué se hace tan difícil crear
redes de solidaridad y acción colectiva en estos lugares?
AM.
No hay una sola razón, pero el motivo más importante ahora mismo, a mi parecer,
es el miedo. La situación actual produce en todos y todas miedo a perder el
trabajo, incluso en aquellos que tienen la suerte de no engrosar la segunda
lista más importante de jóvenes en edad laboral después de los parados: los
hiperpreparados precarios. Pero siempre hay valientes: en el Clínic, por
ejemplo, cuando hicimos la primera acampada, muchas y muchos de los que allí
estaban eran suplentes.
En
la universidad, creo que probablemente el factor miedo se ve por lo menos
equiparado por el individualismo autorrefencial inducido por la hegemonía
académica actual, que fuerza a dejar de pensar y actuar colectivamente para
encerrarse a escribir papers y
solicitar becas a entidades privadas. Un profesor politizado no está bien
visto, ni bien entendido, como si los que se las dan de “liberales neutros” no
tuvieran una actitud política. Dicho esto, quiero añadir que el desamparo al
que se ven abocados los trabajadores en el ámbito privado es mucho peor, pero
no se habla de ello porque no interesa. De momento, hay que desacreditar todo
lo público y alabar lo privado.
LMS. ¿Qué papel crees
que han jugado los sindicatos en todo esto?
AM.
La crisis política se manifiesta también en el mundo sindical, de manera triste
y perversa. Es una crítica que hace muchos años que se está dirigiendo hacia
ellos, pero hace todavía más años (tantos como tiene el bipartidismo) que las
cúpulas sindicales hacen oídos sordos. Los sindicatos de clase han sido parte
del problema, y otros, más activos y radicales, no han sabido agitar o
movilizar a la gente. Estaban cómodos en su posición. El problema es tremendo,
porque más allá de su inutilidad actual, no parece que vayan a renacer de sus
cenizas aunque tuvieran intención y capacidad de reactivarse y reconstituirse.
La intensidad del sectarismo, seguidismo, entreguismo, cainismo, depende, de
todas formas, del centro de trabajo del que hablemos. Hay ejemplos recientes
muy loables. Sin embargo, la desconfianza que generan, por muy inducida que sea
en parte por determinados sectores de la clase política y empresarial, está, en
términos generales, justificada. Por eso creo que en el desbordamiento
transitorio del sistema que simbolizó el 15M era clave olvidar las banderas. La
gente estaba muy cabreada, también con los sindicatos, que por acción o por
omisión tenían parte de la culpa.
Por
ejemplo, pasa en el comité de empresa del Hospital Clínic: cuando desde el
grupo de Tancada Clínic nos presentábamos en las reuniones reclamando nuestro
derecho a participar, nos decían literalmente: <<preséntate y que te
voten; entonces podrás hablar>>. Lo mismo que nos decían en el Parlament,
lo mismo que nos dicen desde el Gobierno. Reproducen las mismas formas vacías y
antidemocráticas de eso a lo que llaman sistema de representación. En fin,
miedo y mediocridad, como en tantos otros sitios.
LMS. En un mismo orden
de cosas: ¿y la academia? ¿Juega toda ella un papel legitimador de las
propuestas neoliberales o hay focos críticos?
El
pensamiento crítico, por desgracia, ha pasado de ser uno de los leitmotivs de la universidad a un motivo
de vergüenza entre la casta académica. Creo que Joan Benach y su grupo de
trabajo funcionan de una manera bastante excepcional en la Universitat Pompeu
Fabra, donde también trabaja Vicenç Navarro, muy crítico con la austeridad en
general y en la salud en concreto. Pocas puertas más allá de sus despachos,
están los economistas, los de Andreu Mas Colell, tránsfuga del comunismo al costumbrismo, encabezado el pasillo por un cuadro
de Milton Friedman: es un insulto diario.
LMS. ¿Crees que las
cátedras de salud pública y preventiva de las facultades de medicina se han
opuesto en general a los recortes?
AM.
En absoluto. Yo creo que, en cierta manera, Benach se la juega. La sensación
que tengo es que la gente que está más comprometida no puede mantener unos
principios muy radicales desde la academia. Vicenç Navarro podría ser un
ejemplo: en términos políticos se posiciona en la socialdemocracia, aunque tiene
claro que hay que frenar la austeridad, no es un radical.
LMS. Has comentado más
arriba, y no es la primera vez que lo oímos, que el colectivo médico está
impregnado de clasismo. Salvo honrosas excepciones, como ocurrió en la marea
blanca de Madrid, los médicos no suelen implicarse en lucha alguna, a no ser
que sea puramente gremial. Probablemente esto sea consecuencia de dos fenómenos
esencialmente: el papel de clérigo paternalista que se le ha atribuido al
médico históricamente, con el mensaje implícito de que, como todo confesor, no
debe tener características distintivas que vayan más allá del acento o la marca
del reloj y, por otro lado, la carrera por el reconocimiento y/o el
enriquecimiento, llena de sacrificios, chanchullos, gestas, competencia irracional,
insomnios, calumnias, y otras tantas caras que rebasan lo ético, pero que en
ningún lado incluyen la politización explícita (como si lo de Piqué, Boi Ruiz,
Lasquetti, Belenes, etc, no fuera político…) y en casi todos los casos
conllevan un falso sentimiento de pertenencia a la clase dominante (hace poco
Yanis Vaorufakis decía que es una de las tentaciones más habituales y más
difíciles de resistir: el discreto encanto de la burguesía). ¿Se podría
extrapolar al colectivo de enfermeros y enfermeras?
AM.
Menos en términos cuantitativos, pero cualitativamente te diría que el
mecanismo se está incorporando en un grado incluso mayor que entre los médicos.
Yo veo en mis compañeras el deseo irrefrenable de llegar a la misma posición
que el estamento médico. Es decir: situarte siempre por encima del resto de
trabajadores.
LMS. ¿Funciona como un
sistema de clases?
AM.
Sí. Exacto. Enfermería sería la supuesta clase media, que se saca el pañuelo
palestino frente a los médicos y las cacerolas para diferenciarse de “los
negros de abajo” (compañeros y compañeras de limpieza, camilleros, seguridad,
administración, etc.). De hecho, el sistema de promoción profesional no sólo es
jerárquico, sino que es claramente clasista. Enfermería tiene un muy buen
sistema de promoción. Sin embargo, al resto de estamentos se les dieron las
migajas. Cada uno en su sitio, aunque el rasero patine o se acerque, más o
menos, según quién acerque la mano. Mirando al colectivo médico, lo dividimos
por temor, nos dividimos por envidias, nos separamos de las que realmente son
las nuestras.
LMS. ¿Crees que es
aplicable una lectura de clase a la evolución de la salud pública? ¿Crees que
si, a diferencia de lo que se ha dicho durante los últimos cuarenta años, la
transición fue una derrota de los trabajadores y no una victoria, estamos
metidos hasta el cuello en el lodo de aquellos polvos?
AM.
Es evidente que sí. Es una estrategia para tener controlada a la sociedad, para
llevar más allá todavía la “sociedad de los dos tercios” propuesta por Thatcher.
Llevamos decenios apuntalando una falacia, con la invención de una supuesta
clase media separada de la clase trabajadora, dando por supuesta la
“ahistoricidad” del sistema, lo perenne de los derechos, etc. Todos queríamos
escalar cómodamente, valga el oxímoron. Acabas pensando que el opresor es el
modelo a seguir.
LMS. ¿Esa clase media
que se ha visto desprovista de la base económica que permitía su modo de vida,
que se sentía identificada con el modelo de crecimiento, accederá a entrar en
mutuas privadas o aceptar la privatización?
AM.
Espero que no. Por lo menos otras muchas personas y yo trabajamos para
impedirlo. Ahora hay más gente despierta, consciente, que cuando empezamos a
dar voces en el desierto hace cuatro años. No obstante, que no estemos en el
desierto no significa que estemos pregonando frente a las masas. Usamos lengua
de signos para sordomudos en mitad de la selva de pantallas y altavoces que
repiten el mantra oficial sin parar. Luchar contra eso no será cosa de dos
días. Sin embargo, pongo en duda que la gente no reaccione pase lo que pase.
Cualquiera se da cuenta de que lo están atendiendo peor, o de que lo han dejado
de atender, o de que le cobran por la consulta, o le hacen ir a rehabilitación
muy lejos de su domicilio.
LMS. Pero habrá una
parte de la gente que, sin formar parte de la élite social, podrá permitirse
pagar una mutua y lo haga pensando que es lo que le conviene, aunque hasta
ahora haya acudido siempre a la sanidad pública.
AM.
“Poder permitírselo” no es una realidad objetiva, es un cambio de prioridades
inducido por las necesidades, que a su vez responde al discurso hegemónico. No
sé si habéis visto la televisión catalana últimamente, pero los anuncios de
mutuas y servicios sanitarios privados se han multiplicado de una manera
insultante. Hasta cuando se emitió el documental Ciutat morta, el primer anuncio que pusieron, frente a una audiencia teóricamente crítica pero en
todo caso muy amplia, fue el de una mutua de seguros. Pero insisto: hay una
parte de la clase media que sí que se ha visto desprovista de todo, incluida la
cobertura sanitaria, y a marchas forzadas. Así han despertado. Pastilla roja o
pastilla roja, ni elección a lo Matrix ni leches. El ejemplo de la PAH es
perfecto para explicarlo.
LMS. ¿Qué son los
determinantes sociales de la salud?
AM. No soy una experta en determinantes de salud.
Os recomiendo que recurráis a cualquier trabajo de Joan Benach. En todo caso,
en síntesis podríamos decir que en nuestra salud no sólo influye el sistema
sanitario, también son fundamentales la vivienda, las condiciones de empleo, el
entorno familiar y educativo, el nivel socioeconómico, el género, etc. Hay que
distinguir la salud de la sanidad. Hasta ahora, con los recortes en los
hospitales y en los centros de atención primaria, nos estábamos refiriendo a la
sanidad, pero la salud engloba muchos otros factores. Los pobres no solo mueren
más, sino que además mueren peor. No es casual que en las zonas más pobres haya
más hipertensos, más diabéticos… no porque coman menos sino porque comen peor,
porque tienen que priorizar su hipoteca o no tienen tiempo para cuidar de su
salud. Tienen menor percepción de su salud, menor conciencia de la misma. Hay
ejemplos muy cercanos y sencillos, a la vez que terribles: la esperanza de vida
de un vecino de Pedralbes en casi diez años mayor que la de uno de Nou Barris.
A los grandes popes de la medicina moderna y a los adalides de la
“modernización del sistema”, que tanto se jactan de que sólo tienen en cuenta
las propuestas basadas en la evidencia, aquí tienen una evidencia. Lo que les
falta es, tal vez, “videncia”.
Hago
un paréntesis para poner un ejemplo: cuando se lanzaron las Entidades de Base
Asociativa en Barcelona (que permitieron a médicos inversores adjudicarse
centros de salud pertenecientes a la red pública), fue casualmente en los
barrios más ricos donde se llevó a cabo con más ahínco. Ello pone de manifiesto
dónde tenían más oportunidades de negocio estas entidades con ánimo de lucro.
El 33% de los pacientes de las EBAS tiene doble cobertura frente al 8% del
resto de CAPs. Las EBAS están situadas, principalmente, en zonas muy
estratégicas. Dónde van a poder ser más eficientes, es decir, hacer mejor
negocio? En una zona de ricos, con doble cobertura... para las “tonterías” se
van a la privada
Muchos
se apresuran a concluir: entonces que los ricos se paguen la sanidad y que para
el resto sea pública. Se equivocan. Primero, por una cuestión de equidad y,
segundo, porque al pijo le gusta evitarse las listas de espera y tener una
habitación individual con vistas al mar, pero si tiene que escoger entre eso y
no morirse de una enfermedad grave, no dudará y acudirá a la pública. En
resumen: todos podemos vernos, antes o después, afectados por los recortes y
privatización de la sanidad pública.
LMS. ¿Crees que es
consecuencia de que el modelo es muy asistencialista, con poco énfasis en las
medidas enfocadas a la medicina preventiva?
AM.
Ahora nos quejamos de eso, no hemos hecho educación sanitaria ni programas de
educación, se ha adelgazado la atención primaria en lugar de robustecerla y la
prevención brilla por su ausencia. Es parte de la estrategia neoliberal. Sin
programas de educación en salud y prevención conviertes a la población en más
dependiente del sistema sanitario. Después, ya puedes culpabilizarla y
responsabilizarla. Además, con un sistema preventivista, la industria
farmacéutica dejaría de ganar mucho dinero. Hemos convertido a la población en individuos
dependientes para poder pedirles que se corresponsabilicen, sobre todo
económicamente, obviando completamente los determinantes sociales y acusándolos
de abusones que demandan a la primera de cambio. Nos quejamos del sistema. Pues
es el mismo sistema que ha provocado esta situación.
LMS. Ahora que comentas
que en ocasiones los ricos también prefieren la sanidad pública: este mismo
mes, el Parlament ha solicitado una investigación en profundidad de la
actividad de Barnaclínic, la parte privada del hospital Clínic. El
desencadenante fue una demanda de la patronal de centros privados sanitarios,
que acusaba a Barnaclínic de competencia desleal.
AM.Sí, es muy paradójico que quien
levante la liebre sea la propia patronal. Sobre todo si tenemos en cuenta que
el actual conseller de Sanitat, Boi Ruiz, fue durante largos años director y
después presidente de la Unió Catalana d’Hospitals, principal lobby de la
patronal privada.No es la primera
vez que se pone a Barnaclínic en tela de juicio. El informe de la sindicatura
de cuentas de 2012 reveló una deuda importantísima hacia el hospital, cuando la
justificación que tienen en boca sus defensores a todas horas es que la
actividad privada, no sólo no implica un conflicto ético aunque se dé en las
mismas instalaciones, con los mismos recursos y por parte de los mismo
profesionales, sino que ayuda a hacer menos deficitaria la asistencia pública
porque los beneficios revierten en la actividad pública del hospital. Aunque el
actual director general, el Dr Josep Maria Piqué, lo ha repetido hasta la
saciedad en diferentes charlas para calmar a los trabajadores, no ha mostrado
ni un solo dato convincente que explique, por ejemplo, los sueldos de los
principales dirigentes de Barnaclínic y sus vínculos con la junta de patronato
del hospital. En todo caso, la investigación a Barnaclínic y su aparición en
los medios ha supuesto un verdadero varapalo al ejemplo paradigmático de
privatización encubierta que caracteriza al actual modelo sanitario catalán.
Mientras tanto, se está sacando a concurso la compra por parte de capitales
privados de veinte centros de atención primaria, este año se han operado más de
17.000 pacientes procedentes de la sanidad pública en centros de IDCSalud, que
en 2013 facturó 127 millones de euros a la Generalitat, y suma y sigue. CiU,
con la ayuda por omisión de ERC, está en plena carrera por completar su modelo
antes de las próximas elecciones.
LMS. ¿Podrías resumir en
qué consiste la estrategia de CiU?
AM.
Es a la vez muy simple y muy complicado. Simple porque en esencia lo que se
pretende es sacar tajada de algo que es un derecho universal y, por tanto
gratuito; pero a la vez complejo, porque no es una ocurrencia de ahora. No es
que, de repente, cuatro iluminados de derechas se hayan despertado y se hayan
golpeado la frente recordando los donuts olvidados sobre la encimera de sus
ostentosas casas, no: llevan intentándolo más de treinta años, pero hasta ahora
la “correlación de debilidades” sólo les ha permitido hacerlo de forma
sibilina, disimulada, encubierta por rebuscados acuerdos y triquiñuelas
legales. El objetivo es doble: destruir lo público, no por placer si no por
interés, parasitarlo, exprimirlo, y convertir la salud en una mercancía con la
que poder hacer negocio. Las estrategias van por fases, la primera es destrozar
lo público, recortando, adelgazando el presupuesto con las razones más
peregrinas, precarizando el trabajo, robando la dignidad, hundiendo la calidad.
Después habrá que vender en todos los foros y de todas las maneras posibles que
lo privado es más eficiente (y limpio, y educado, y huele mejor, y hay más
famosos). Es una guerra de propaganda en la que el enemigo tiene el poder de
quitarte los fondos y usarlos en su beneficio, mientras les mina la moral a tus
tropas.
LMS. ¿Cómo? ¿De qué
manera se mete a los nuestros en el bolsillo?
AM.
Responsabilizando o, más bien, acusando, a las personas enfermas de estarlo.
Tiene que ser conscientes (sic) de sus propios procesos de salud y enfermedad
y, por lo tanto, entender la necesidad y arrimar el hombro para procurar la
sostenibilidad del sistema. Se engaña al ciudadano haciéndole creer que se le
otorga un papel relevante de decisión y autonomía, cuando en realidad se lo
está convirtiendo en una mercancía con la que hacer negocio. Esta vuelta de
tuerca se completará con la aplicación del proyecto Visc+, que le va a vender
los datos clínicos de los pacientes del sistema catalán de salud a empresas
aseguradoras y farmacéuticas multinacionales que, analizando esos datos,
pondrán el precio que más les convenga a las pólizas y fármacos que nos
endosarán en la siguiente fase. <<No señor, a usted la póliza le sale el
doble de cara>>, <<¿Por qué?>>, <<Porque fumó hasta
hace 20 años>>, <<Cómo lo sabe, si no se le he dicho?>>,
<<Lo pone aquí>>.
LMS. ¿Y cómo es posible
con la que está cayendo que la respuesta popular sea tan tímida?
AM.
La debilidad de las luchas sanitarias es un fiel reflejo del modelo sanitario
catalán, muy desagregado y confuso (titularidad pública del ICS con sistemas
mixtos, entes de colaboración privada, las privadas con lucro…). La
constitución de la respuesta frente al mismo no ha partido de una marea
ciudadana transversal. En los centros sanitarios, la implicación de los
trabajadores es muy desigual. En comparación con las luchas de Madrid, aquí hay
hasta ahora (el 28 de febrero se constituyó la marea blanca en Catalunya,
agrupando a todas las plataformas y colectivos en lucha) un crisol fragmentado
de luchas, en la que los ciudadanos y profesionales han coincidido poco. Es
verdad que en Madrid fue tan brutalmente abrupto, que la reacción generada fue
más compacta y enérgica…
LMS. ¿Qué finalidad
persigue en este contexto el plan de reordenación territorial y asistencial
(RAT)?.
AM.
Con la excusa de repartir de manera equitativa la baja/moderada complejidad y
la alta complejidad entre los centros de tercer nivel de Catalunya, lo que se
ha hecho ha sido desviar la actividad más lucrativa (la de baja complejidad)
hacia el ámbito privado (esencialmente IDCSalud), y la de alta complejidad,
mucho más cara, a los grandes centros públicos. Lo peor es que la justificación
del plan, en el contexto del plan estratégico de sanidad 2011-15, se basaba en
una evidencia contradictoria hasta el tuétano: en el mismo informe figura que Catalunya estaba
excepcionalmente bien situada en el conjunto de Europa en aspectos como el
porcentaje de hospitalizaciones, el uso de fármacos, el funcionamiento de la
atención primaria, por no hablar de la esperanza de vida, que era la mejor. Pocos
años después, ésta ha caído estrepitosamente, se ha hecho todo lo contrario a
lo que había que hacer (fortalecer la primaria y la educación sanitaria, entre
otras cosas), y se han aplicado medidas injustificables para enviar cada vez
más pacientes a la privada mientras se cierran pacientes en la pública. Miles
de usuarios se han quedado sin especialista, las listas de espera han aumentado
en lugar de disminuir, y un largo etcétera de catástrofes y situaciones
demenciales propias de un país de pandereta. El objetivo último, como digo, es
la reorganización de zonas de para agrupar áreas que se gestionaran desde una
misma unidad, con el objetivo final de vender o privatizar estas unidades.
LMS. ¿Qué hay detrás del
copago?
AM.
Repago.
LMS. ¿Vamos hacia un
modelo como el estadounidense?
AM.
No exactamente. Siempre digo que es un tremendo error poner el ejemplo estadounidense
como el futuro de nuestra sanidad. Aquí es más perverso. Es el negocio redondo
para los que se están lucrando: cobertura universal con financiación
pública (es decir: todo hijo de vecino
es cliente potencial, a excepción de algunos colectivos, como los inmigrantes
sin papeles), pero con un porcentaje cada vez mayor de mercantilización de los
servicios. Un ejemplo: un paciente consulta en urgencias del Hospital Clínic
por una neumonía. Es atendido, y al cabo de pongamos, 14 horas, es derivado al
Hospital Sagrat Cor de IDCSalud, donde pasa 48 horas y es dado de alta
precozmente. El paciente, al llegar a casa, se complica porque el alta era
prematura. Probablemente consulte (o la ambulancia lo lleve por orden “de
arriba”) al Clínic o, en caso de que llegue al Sagrat Cor, lo derivarán al
Clínic. Además, el precio que IDCSalud cobra cada día a la Generalitat por
tener al paciente es casi un 50% más de lo que se le paga a un centro público.
Es el negocio perfecto: monopolio con colaboración pública. Infalible.
LMS. Según tú, ¿qué
papel debería jugar el estado en la gestión de lo público?
AM.
Dos matices: prefiero hablar de lo común más que de lo público. Esto último es
lo que se gestiona desde las administraciones, mientras lo común se refiere a
aquellos bienes que son de todos y
deberíamos poder gestionar entre todos con participación y democracia directa.
En realidad, aunque diga esto, no me considero una anarquista (en realidad, prefiero
no etiquetarme; se es más libre), pero no soy defensora del papel del estado en
la gestión de los bienes comunes. En la fase en la que estamos ahora, en la que
se trata de recuperar lo que nos han quitado, lo prioritario es devolver a la
esfera pública por lo menos lo que es común y gestionarlo con transparencia.
LMS. En el caso de que
los bienes comunes se administrasen a partir de la intervención más activa de
la ciudadanía, ¿no deberíamos ser todos mucho más responsables? (eso, al menos,
será lo primero que te espete quien se sostenga en el paradigma antropológico
liberal).
AM.
No creo que me rasgase las vestiduras para tratar de convencer a un tipo así.
En todo caso, para no alargarnos, diré que no es lo mismo participación que
administración, igual que no es igual ser responsables que
corresponsables.
LMS. Con la Ley General
de Sanidad de 1986, durante el primer gobierno socialista, ¿hubo una intención
real de crear una ley sanitaria que buscaba que la sanidad fuera realmente
común, pública, y después no pudo ser? ¿O crees que era una estrategia desde el
inicio para generar un sistema universal pero mixto, y que después ha devenido
en algo cada vez más privado?
AM.
Esa ley tuvo vigencia real 2 o 3 años, luego surgieron informes Abril y otros
tantos peros a la idea inicial… estuvo bien como punto de partida, pero no fue
más allá. Creo que si se intentó en algún momento, la insistencia se esfumó
rápido.
LMS. ¿Cuáles son las
vinculaciones entre el poder político y el poder económico en el proceso de
privatización de la sanidad?
AM.
Dilucidar este punto es el objetivo principal de mi tesis doctoral. El ejemplo
más claro son las puertas giratorias, como la que hemos comentado antes del
antiguo director general del Clínic. Os recomiendo el video Quién manda en la sanidad de Catalunyade
la PARS. En la sanidad catalana, en
lugar de puertas giratorias podríamos hablar de autopistas de oro. Antes de
abandonar sus cargos políticos ya están en consejos de administración de
grandes empresas del ámbito de la sanidad. Es el ejemplo de Josep Prat, Josep
Maria Padrosa (el anterior y actual directores del sistema catalán de salud,
respectivamente), Boi Ruiz y una larga, larguísima lista. Además, se ven
implicados grandes financieros como Isidre Fainé (“La Caixa”), bufetes de
abogados, periodistas y por supuesto, la
tercera pata del chiringuito de la sanidad privada: el poder mediático.
Montamos el modelo y lo difundimos a través de los medios de masas. ASISA lo
dice bien claro en su eslogan: <<nuestro beneficio es tu salud>>.
LMS. ¿Te parece que la
participación de grandes empresas catalanas en este proceso no ha sido
criticada duramente cuando ha salido a la luz porque las mismas han contribuido
a generar la imagen ad hoc de la
“nació catalana” que defiende Mas y que parece no repugnar demasiado a ERC?
AM.
Es un fenómeno muy complejo: generar una conciencia nacional catalana, en la
que han conseguido insertar con la aquiescencia de la izquierda, la mentalidad
neoliberal en casi todos los ámbitos con la excusa de que <<será mejor
que estar al servicio de Madrid aunque tengamos una sanidad privada>>, ha
funcionado, pero con sus contradicciones. No obstante, sí creo que el
soberanismo sirve como cortina de humo al austericidio y mercantilización de la
sociovergencia y ERC. Las competencias en sanidad se transfirieron en 1981, y
ahora nos venden la moto de que la reducción de 1500 millones del presupuesto
en sanidad durante sus cuatro años de gobierno es culpa de que hay maltrato
fiscal impuesto por el gobierno central, que son antiindependentistas y
antidemocráticos. No se lo creen ni ellos ni Rajoy, que se ha prestado
encantado a seguirles la farsa.
LMS. Curiosamente, el
partido que más está haciendo porque se investigue el fraude sanitario son las
CUP.
AM.
Totalmente cierto. En ese aspecto, nada que reprocharles. Me siento muy afín a
la CUP en su programa social. Ello no quita que tenga mi opinión sobre su
concepción nacional y sobre a quién le tienden la mano en su afán por
priorizarla constantemente por encima de todo. Me gustaba el lema “Independència per a canviar-ho tot”, pero
sigo pensando que levantar una frontera y decir que así serás libre, es un
oxímoron “como una catedral”. La base social y el discurso social que tienen lo
suscribo 100% pero cómo lo pretenden llevar a cabo y con quién se alían creo
hace que se diluya su programa y su sentir de izquierdas. En cierta manera,
siento que están priorizando la independencia por encima de la izquierda. Sin
embargo, Esquerra Republicana de Catalunya, es todavía peor. Aunque ya sabíamos
que no eran de izquierdas de antemano. Las CUP, es verdad, defienden mucho la
clase trabajadora, se ponen de su lado, pero lamentablemente creo que quien se
lleva “al bolsillo” a la clase trabajadora fue el PSC antes de devenir lo que
son ahora y Podemos o Podem en la situación actual. El cinturón rojo no es de
las CUP, por mucho que se empeñen. Las CUP se nutren básicamente de los hijos
díscolos de la burguesía (me lloverán las críticas por esto): universitarios,
básicamente, en barrios como Gràcia o Sants, mientras la currante, la clase
obrera real, el Hospitalet, Cornellà, Nou Barris... es la de los Podem y los
Guanyem en general (bueno: el que tiene más o menos algo de consciencia de
clase, porque muchos se desentienden o votan a la derecha). No ha existido
independentismo popular como fenómeno de masas; no ha habido obreros
independentistas nunca! El noi del sucre no era independentista, ni la CNT, ni
el PSUC de la guerra civil, ni el POUM. Els
segadors, por mucho que se empeñen, no es un himno independentista, es un
clamor popular – catalanista, sí- contra el sistema feudal. Los
independentistas eran los burgueses de Cambó.
LMS.¿El 15M ha permitido
legitimarse a la izquierda vistiéndose de deseo ciudadano (hablamos de Podemos,
claro)?
AM.
Para mí el 15M fue un despertar colectivo, desorganizado y precioso, que ha
permitido romper con determinados anatemas. No es que sea muy fan de Podemos,
pero sí que entiendo el abandono del discurso derecha-izquierda por el del 99%
vs. 1%. Hay que cambiar el discurso de vez en cuando. El 15M sentó esas bases.
No es lo mismo que lo que propugna Podemos, por mucho que se esfuercen en
erigirse como la cristalización de la indignación en las plazas, porque allí
gritábamos <<no nos representan>> y ahora nos representan
ochocientos. Quizás más que recoger el espíritu del 15M lo han electoralizado.
Me acuerdo de una señora al principio del 15M que dijo <<vosotros sois
los políticos del futuro>>, pensaba que no se enteraba de nada, pero vaya
si tenía razón la señora… lamentablemente.
LMS. Quizás también la
clave es que para cada <<no nos representan>> había un significado
diferente. Para unos era un hartazgo de la clase política, para otros de los
partidos de aquel momento… Y Podemos ha conseguido dar la vuelta a ese discurso
y volverlo exclusivamente contra el bipartidismo y no tanto contra el sistema
de representación, ¿no?
AM.
Este es otro de los riesgos que yo le veo a los nuevos partidos, que no me
gusta tener que llamar partidos: que, de hecho, a veces parece que se han
conformado con cambiar la cara o presentarse como la pureza delante del sistema
bipartidista corrupto, que nadie puede negar que lo es. Me da miedo que se
produzca la segunda transición española y volvamos a un sistema de
representación partidista en el que damos un cheque en blanco cada cuatro años
y no hay cambio de conciencia en la participación y en el ejercicio de un
verdadero sistema democrático
LMS. Últimamente se ha
hablado mucho de la “Hipótesis del Comunismo Ninja™” en Podemos, es decir, que
son gente de izquierda radical que se han dado cuenta que hay que utilizar las
herramientas que hay para llegar al poder y a partir de ahí defender una serie de cosas porque no se podrá superar
la esfera neoliberal por la correlación actual de fuerzas, ¿te parece
descabellada? ¿Cierta? ¿Es viable? ¿Se puede hacer una pedagogía desde arriba
para cambiar las cosas?
AM.
Creo que lo de pedagogía desde arriba duele a los oídos. La pedagogía se hace
desde abajo. No tengo una opinión clara sobre esto, porque recibo mensajes
divergentes desde gente muy diferente a la que respeto mucho. No tengo claro
que haya que llegar a las instituciones para dinamitar el poder, pero tampoco
que se pueda hacer desde fuera. Creo que Podemos es, en el momento de
emergencia actual, “el mal menor”.
LMS. Pero tú le
recomendarías a un ciudadano de a pie que se ve afectado por los recortes…
AM. ...que
vote a Podemos? Sí,
¡claro! ¡Votadles! ¡todos! Los males menores a nivel estatal son Podemos y
“hasta” IU. O los “Ganemos” municipales. No es que me convenzan absolutamente.
Lo que yo querría no es un sistema de representación política, pero “ahora” no
me voy a poner muy pejiguera con esto. Los “otros” nos están matando,
literalmente…
LMS. Pero Podemos se ha
constituido como una agrupación de gente que se ha movilizado y activado, ¿no?
O por lo menos en eso basan su autojustificación.
AM.
Yo le veo, por supuesto, las potencialidades. Pero hace falta lucha popular y
movilización social más allá de que se vote a Podemos, y de momento, lo que sé
es que la movilización social ha caído en picado desde que se supone que hemos
“asaltado las instituciones”. Existen iniciativas más radicales incluso a nivel
de representatividad en las instituciones burguesas, como la que fue la Demo4.0, que reclama la cuota de representación para cada una de nosotras: . De eso me enamoré completamente.
Habrán de pasar años para que quizás podamos ver algo similar.
LMS. ¿Piensas que no debe de haber ninguna
representación a ningún nivel?
AM.
No, no creo eso exactamente. Por eso digo que vivo en una constante
contradicción. Te vuelvo a poner el ejemplo de los bienes comunes. Los asuntos
que nos afectan a todos deberían poder decidirse entre todas. Yo no puedo
delegar mis opiniones sin condiciones por siempre y para siempre en otra
persona. Hay cosas de tal importancia que deberían ser consultadas siempre. No
conozco a fondo el programa de Podemos, pero no sé si a nivel de calidad
democrática y de participación -no solo de cara a la galería- tiene una buena
posición respecto a eso. Tal vez sean las prisas, o la potenciales
“responsabilidades de gobierno”. Repito que, ahora estamos en una situación muy
crítica, y la prioridad es que dejen de matarnos. Pues, bien, mamá, abuela:
votad a Pablo Iglesias. O a Ada Colau, en Barcelona.
LMS. ¿Qué perspectiva
ves para los próximos cinco o diez años? Pon un vector encima de la mesa.
AM.
Tengo miedo de que si hay un cambio de gobierno la gente se moverá menos. Puede
haber cambios en general si se completa el tan cacareado fin del bipartidismo;
básicamente en cuanto a ponerle fin a las medidas de austeridad, que es lo más
urgente. De todas formas, el mismo capitalismo acabará con la austeridad porque
después de tantos años de acumulación sin trabas puede permitirse aflojar la
soga unos años para seguir con “su paz social”. No sé a qué situación abocará
eso en Europa, pero el cambio más profundo que se necesita no será en diez
años. Me preocupa que dentro de treinta años nos demos cuenta de que volvemos a
estar de nuevo al principio, o al final, según se mire, de una nueva transición
democrática que en el fondo encubra un nuevo ciclo del capital. Habremos
perdido el tiempo de nuevo y tendremos que andar otra vez ese camino. Y la
incertidumbre estará ahí de nuevo: hoy que se puede, ¿cogemos un poco, o nos
preparamos para cogerlo todo mañana?
LMS. ¿Qué hacemos?
AM.
No tengo recetas. Dentro de poco, como sigamos así, nadie las tendrá…
LMS. ¿A qué persona nos
recomiendas que entrevistemos para averiguar más cosas sobre el proceso de
privatización de la sanidad?
AM.
Os recomendaría a muchas personas. Mis maestras, con mucho cariño: Clara
Valverde y Jesús Blanco.
LMS. ¿Cuáles son tus
mares del sur y qué música o literatura te llevarías?
AM.
Mi nuevo hogar en la montaña, a casi una hora del bullicio de Barcelona. Allí
os pondría “Llegan voces”, cantada por Carmen Martín, y os daría a leer “Por qué la austeridad mata” de David
Stuckler y Sanjay Basu.